Exposición Sueño recurrente del artista plástico Víctor Pulido en la Pinacoteca de Almonte que se inaugurará el 30 de enero y se prolongará durante la primavera de 2025.
… para Víctor la Pintura es un sueño recurrente, ese, el que tuvo desde niño, que se repite. Colores primarios en formas envolventes que giran en espirales dentro de un prisma cristalino.
En estas obras, que ocupan casi la última década, que se inicia con “Orgánica Química Inorgánica”, muy cerca, en Bodegas Sauci, son un ejercicio de introspección, un viaje a la infancia, al interior, a “Mi pequeño imperio
Un encuentro con la materia y la abstracción, el azar y la necesidad. Al principio de todo, una búsqueda de la arquitectura del alma, la doctrina de la fractalidad y el paisaje emocional, donde hay arte y corazón.

Víctor Pulido sueña, cierra los ojos y sueña. A un artista que ha logrado la excelencia en el dibujo, fundamento de toda construcción plástica, que demuestra en su obra la maestría en el uso de todo tipo de materiales, los pensamientos más íntimos los puede resolver en conceptos mistéricos donde habitan la pureza del color y de la forma. Solo eso. Si la abstracción es abrir tus sentimientos al espectador sin límites, expresando una realidad nueva, distinta, sin mostrar la más mínima figuración, entonces Pulido está haciendo abstracción de todos sus conceptos, de todas sus teorías o de sus ideas sobre qué o para qué es el arte.
Habría que tener en cuenta que Pulido no recorre espacios compuestos sobre bases geométricas pitagóricas, ni tampoco navega por las páginas intensas que sobre puntos, líneas y planos legara Kandinsky a la historia del arte, lo que ejecuta el artista con unos materiales densos complejos y exentos de piedad, entre los que domina la resina, escapa a todo orden, es atrapar aquellos sueños de la niñez que le han llevado a establecer las formas más puras, a construir fractales que escapan a ecuaciones matemáticas por una razón ineludible en la obra de Pulido, la fuga de todo sometimiento, convencido como está de que la pureza es el vacío, la nada, el regreso al equilibrio primigenio. La expresión plástica es en consecuencia para el artista una idea plena de transparencias, de colores primarios instalados en formas envolventes, girando en espirales libres en su imperfección al estar regidas sólo por la intuición creadora.
Pulido lleva una década envuelto en estas búsquedas como viaje interior, introspectivo, ese eterno regresar que le susurra aquellas ideas de la niñez, que le conducen al interior de un pequeño universo en el que se encontraba con formas puras, nítidas, todo azar y emoción. Las composiciones de Sueño Recurrente que Víctor Pulido trae a la pinacoteca almonteña, es la búsqueda de unas construcciones sentidas en lo más profundo del ser, donde todo se mueve por impulsos del alma, incontrolables y libres, unos impulsos creativos resueltos en pura abstracción. Estampas virginales de una niñez recuperada en la que el encuentro con lo hermoso, con el arte, proceden directamente del corazón.
Bernardo Romero, Historiador y crítico de arte


Víctor Pulido nace en Huelva el 16 de Mayo de 1968. Cursa estudios de Bellas Artes en la Facultad Santa Isabel de Hungría de Sevilla, licenciándose en Pintura y Escultura. Su labor se centra en estas dos últimas tendencias, trabajando igualmente el grabado y el diseño gráfico. Parte de su obra versa sobre la naturaleza, destacando series dedicadas al estudio del agua y al mundo de los insectos. Durante un periodo importante de su carrera trabaja sobre el Hombre y la realidad social. En la actualidad esta centrado en la creación de paisajes emocionales con una clara predilección por la pintura abstracta. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Huelva, Sevilla, Cádiz, Almería, Córdoba, Granada, Málaga, Cuenca, Cambados, Madrid, Barcelona, Toledo, Lisboa, Tavira, Paris, Bruselas, Estrasburgo, Chicago… y ha obtenido premios como el Penagos de Dibujo y otros muchos provinciales y nacionales de carteles, dibujo, pintura y escultura